Texto argumentativo

Redacción de una historia utilizando las palabras: recibir, percibir, escribir, concebir, contribuir, habilidad, amabilidad, visibilidad, viabilidad, confiabilidad, cazaba, caminaba, cocinaba, manejaba, pateaba, tabla, labia, laboratorio

Nota media:10 / 10

Tipo de la tarea: Texto argumentativo

Resumen:

Ana, una joven escritora, usa palabras específicas para crear una historia sobre la conexión y la creatividad entre la comunidad. ?✨

La literatura ha sido desde tiempos inmemoriales una herramienta poderosa para expresar ideas, sentimientos y tradiciones. En este sentido, redactar una historia utilizando palabras específicas no solo es un ejercicio creativo sino también una forma de explorar y celebrar la riqueza del lenguaje. A través de las palabras “recibir”, “percibir”, “escribir”, “concebir”, “contribuir”, “habilidad”, “amabilidad”, “visibilidad”, “viabilidad”, “confiabilidad”, “cazaba”, “caminaba”, “cocinaba”, “manejaba”, “pateaba”, “tabla”, “labia”, “laboratorio”, “tambor” y “cubierto”, se puede construir un relato que no solo muestre la versatilidad del idioma, sino que también sumerja al lector en un mundo de posibilidades.

Imaginemos que estamos en un pequeño pueblo, situado en un valle rodeado de montañas. Aquí vive Ana, una joven que desde pequeña había soñado con contar historias. Su habilidad para escribir era evidente; las palabras parecían bailar con amabilidad cuando las plasmaba en papel, capturando la esencia de todo lo que podía percibir. A mañanas llenas de sol, a la lluvia susurrante, a las risas de los niños jugando en las calles. La visibilidad de sus palabras era tal, que quienes las leían sentían que caminaban con ella por los rincones más escondidos y maravillosos del alma humana.

Un día, Ana decidió que era hora de concebir una historia que abarcara todo lo que amaba de su mundo. Confiando en su habilidad y en la confiabilidad de su imaginación, comenzó a escribir. Pero esta vez quería hacer algo especial: recibir y utilizar palabras que retaran su creatividad. Así, cada palabra se volvió una pieza esencial en el enorme rompecabezas de su narrativa.

En su historia apareció Daniel, un joven que cazaba los misterios de la noche. Caminaba sigilosamente a través de bosques oscuros, conducido por los sonidos de un tambor distante que prometía secretos. Su vida cambió cuando conoció a Clara, una mujer que no solo manejaba con destreza sus emociones sino que, además, cocinaba como si cada plato fuera una obra de arte destinada a contribuir a la felicidad de quienes lo probaban. Su labia era su mejor aliada, pues con ella conseguía hacer visibles sentimientos que otros querían ocultar.

Un día, Clara y Daniel se encontraron en el mercado del pueblo. Allí, Daniel percibió algo especial: Clara manejaba, a su alrededor, un entorno que parecía inspirar alegría. Pateaba a menudo una piedra redonda que su camino cruzaba, como intentando determinar su viabilidad para algún nuevo proyecto de diseño: tal vez una nueva tabla de madera, útil y a la altura de su pasión por la creatividad. Al entablar conversación, descubrieron que compartían un anhelo común: contribuir a la comunidad con sus talentos y fortalecer la amabilidad entre vecinos.

Clara invitó a Daniel a visitar el laboratorio donde solía experimentar con nuevas recetas. Allí, entre tubos de ensayo y especias exóticas, Clara le mostró cómo la cocina podía ser un arte que también tenía sus raíces en la ciencia. Daniel, en cambio, le prometió enseñar a Clara a tocar el tambor, pensando que la música podría convertirse en un cubierto más, capaz de despertar el alma tanto como la comida de Clara despertaba sensaciones en el paladar.

Ambos, cada uno con su propia tabla de habilidades y sueños, concluyeron que juntos podrían concebir una historia más grande que cada uno por separado. Entendieron que la confiabilidad en las aptitudes y deseos de otro, junto con la visibilidad y amabilidad, hacía de la comunidad un lugar más fuerte y cohesionado.

Así, a través de palabras cuidadosamente elegidas y significados cuidadosamente tejidos, Ana no solo inventó una historia llena de vida, sino que demostró cómo la literatura puede ser un puente entre la imaginación y la realidad. Este relato, ejemplo de cómo el lenguaje puede emplearse, no es solo una obra de ficción, sino una promesa de lo que es posible cuando las palabras y la creatividad se unen en perfecta armonía.

Escribe por mí un texto argumentativo

Evaluaciones de los usuarios y tutores:

Nota:10/ 1023.01.2025 o 15:30

**Puntuación: 10-** El texto es altamente creativo y logra integrar todas las palabras requeridas de forma orgánica, mostrando una buena habilidad narrativa.

La historia es envolvente, aunque podría beneficiarse de un cierre más contundente. Sin embargo, es un excelente ejemplo de expresión literaria.

Nota:10/ 1023.01.2025 o 11:38

Gracias por ayudarme con esto, ¡me estaba estresando! ?

Nota:10/ 1025.01.2025 o 10:23

¿Alguien puede darme ejemplos de cómo usar esas palabras en una historia? Porque no tengo ni idea de cómo empezar ?

Nota:10/ 1029.01.2025 o 2:41

Claro, podrías usar "cocinaba" en una escena donde Ana prepara una cena para sus amigos para demostrar su amabilidad. ?

Nota:10/ 101.02.2025 o 13:10

¡Súper útil! Gracias por el resumen, ahora sé cómo enfocarlo

Nota:10/ 103.02.2025 o 23:49

¿La historia tiene que ser larga o puede ser corta? Como que lo estoy pensando en un formato de cuento corto

Nota:10/ 107.02.2025 o 18:01

Puedes hacerla corta, lo importante es que incluyas las palabras y que tenga sentido. ¡No te compliques tanto! ?

Nota:10/ 109.02.2025 o 9:11

Me encantó la idea de conectar creatividad y comunidad, suena interesante. ¡Gracias!

Nota:10/ 1023.01.2025 o 15:40

**Puntuación: 10-** Comentario: Has demostrado una habilidad notable para incorporar las palabras dadas en una historia cohesiva y creativa.

La narrativa fluye bien y explora temas de comunidad y creatividad, aunque podría beneficiarse de un cierre más contundente. ¡Buen trabajo!

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