Artista Moon Rivas

Este trabajo ha sido verificado por nuestro tutor: 30.11.2024 o 23:50

Tipo de la tarea: Texto argumentativo

Añadido: 17.11.2024 o 4:10

Moon Ribas es una artista contemporánea y activista de los derechos cibernéticos, conocida por su trabajo en la integración de la tecnología con el cuerpo humano para explorar nuevas formas de percepción y expresión artística. En su caso, la tecnología ha sido un medio para expandir la experiencia humana más allá de los límites biológicos tradicionales, levantando reflexiones profundas sobre la relación entre el arte, la tecnología y nuestra propia humanidad. Este ensayo busca argumentar sobre su relevancia e impacto en el arte contemporáneo y cómo su trabajo nos desafía a reconsiderar la percepción humana y el papel del artista en la era digital.

Desde un enfoque biográfico, Moon Ribas es conocida principalmente por desarrollar un implante sísmico, un sensor que le permite sentir terremotos en cualquier parte del mundo. Este "sentido sísmico" transforma los datos en vibraciones en tiempo real, permitiéndole experimentar estos fenómenos naturales ya no sólo como eventos remotos, sino como realidades tangibles y sentidas corporalmente. Este dispositivo le permite crear performances en las que sus movimientos se ven influenciados por la actividad sísmica del planeta, integrando de manera casi imperceptible la naturaleza y la tecnología en una forma de expresión genuinamente única.

La obra de Moon Ribas nos ubica en un contexto donde la corporeidad humana se expande gracias a la tecnología. Su trabajo se relaciona con un movimiento más amplio de ciborgs y biohacking que está cuestionando las nociones convencionales de identidad y sensibilidad humana. Junto a Neil Harbisson, un artista británico con antenas implantadas en su cráneo para experimentar colores a través de frecuencias sonoras, han co-fundado la Cyborg Foundation, dedicada a ayudar a los humanos a convertirse en ciborgs y a defender sus derechos. Esto también nos ofrece una reflexión sobre los límites del cuerpo humano y plantea cuestiones sobre la ética y el derecho de modificarlo.

En el ámbito artístico, el enfoque de Moon Ribas desafía la percepción sensorial limitada, empujando los límites del arte hacia dimensiones inexploradas. Los artistas han buscado durante siglos ampliar las capacidades humanas a través de sus obras; pensemos, por ejemplo, en cómo el uso del color y la forma rompió paradigmas durante el impresionismo, o cómo el arte abstracto buscó trascender la representación literal. Ribas, al dotarse de un sentido intecambiándose entre lo humano y lo máquina, reimagina estos intentos utilizando tecnología contemporánea, conectando de manera poética el cuerpo humano con fenómenos naturales expansivos.

Moon Ribas no solo crea una conexión visceral con la Tierra que es tan abstractamente comprendida a través de estadística y numeración en la ciencia; también nos recuerda la realidad de lo global, que se ha magnificado aún más debido a los avances tecnológicos que permiten un acceso virtual casi inmediato a cualquier parte del mundo. Nos lleva a cuestionamientos sobre cómo sentimos empatía y recordarnos de nuestra humanidad compartida al experimentar la vulnerabilidad del planeta. A través de su obra, recuerda a la sociedad que los eventos que parecen distantes y abstractos, son reales, tangibles y presentes.

Por último, Ribas y otros artistas como ella suscitan una conversación crucial sobre los derechos de los ciborgs. Cada vez más personas integran la tecnología en su cuerpo para expandir sus capacidades, lo que lleva a cuestionar cómo serán percibidos estos individuos y cómo se integrará esta nueva realidad en marcos legales y éticos. ¿Deben los ciborgs tener derechos específicos que protejan sus modificaciones tecnológicas y su integridad como humanos "extendidos"?

En conclusión, Moon Ribas combina arte, tecnología y naturaleza, desafiándonos a reconsiderar nuestras concepciones de percepción y relación con el entorno. Su trabajo abre caminos a nuevas formas de creatividad, apuntando hacia un futuro donde, posiblemente, el ser humano y la máquina colinden de formas que aún no podemos prever completamente. Así, ofrece no solo una experiencia estética innovadora, sino también una provocativa interpelación a la cultura y la sociedad.